¿Qué hay que hacer para que las ciudades inteligentes sean modelos de sociedades integradoras?

Se consideran ciudades inteligentes las que están dotadas de tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la gestión de los servicios y la calidad de vida de sus habitantes, permitiendo una participación ciudadana en todas las esferas comunitarias. Pero para que esto sea posible es necesario que las mejoras estén pensadas para el mayor número de habitantes posible.

Las redes de sensores inalámbricos son una tecnología específica que ayuda a crear ciudades inteligentes. Con una red de nodos de sensores se pueden medir varios parámetros de interés que facilitan una gestión más eficiente de la ciudad al disponer de datos como la concentración de la contaminación, el agua, la luz o el ruido que permiten optimizar el riego de parques, la iluminación de las calles o controlar las fugas de agua, por ejemplo. Es por ello que se considera que la tecnología dota a la ciudad de inteligencia.

Las personas primero

Pero la ciudad inteligente va más allá, también debe ser la que ofrece a todas las personas moverse libremente, y acceder a los equipamientos, servicios y productos necesarios; interactuar con sus cuidadores de manera rápida y eficiente a través de un diseño universal que cumpla con los objetivos de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas con discapacidad. Son condiciones que nos acercan al concepto ‘human cities’, un enfoque más humano de las ciudades que pone a las personas por delante, mejorando aspectos como el bienestar y la calidad de vida, la sostenibilidad, la convivencia, la movilidad, la solidaridad, la intimidad, la accesibilidad o sensorialidad, tal y como se analizará durante el I Congreso sobre el derecho a la autonomía personal.

Movilidad

Pensando en la movilidad, las escaleras, las puertas giratorias, los adoquines o los pasos a los trenes son algunos de los elementos que más dificultan la accesibilidad en las ciudades. En el caso del Área Metropolitana de Barcelona, ​​según el Observatorio de la Discapacidad Física, un 65% de la población considera que las viviendas cuentan con pocos o ningún acceso y rampas fáciles. La mejora pasa por incorporar soluciones personalizadas de accesibilidad, así como las adaptaciones e instalaciones necesarias como, por ejemplo, el pavimento podotáctil en las aceras o en los andenes del metro, para que las personas con discapacidad visual puedan delimitar su perímetro; o los bucles magnéticos, llamados también lazos de inducción, que permiten escuchar con alta definición a personas con problemas de audición.

Tecnologías de la Información y la Comunicación

Las personas con discapacidad forman uno de los colectivos que más podría beneficiarse de las tecnologías de la información y la comunicación y, al mismo tiempo, son quienes experimentan más barreras a la integración por las TIC. Según un estudio realizado por el instituto de investigación GESOP, especializado en la elaboración de estudios de mercado, investigación social y opinión publica, tres de cada cuatro personas con discapacidad física, visual o auditiva encuestadas disponen de ordenador para el uso personal, pero sólo una minoría utiliza un ordenador con adaptaciones.

Es necesario que avanzar en el diseño universal para garantizar el acceso a las TIC a todas las personas para que podamos hablar del paso de las TIC en las TEP (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación), tal como las denomina la psicóloga social Dolores Reig, que crean tendencias y transforman el entorno ayudando a la autodeterminación y a la consecución de los valores personales.

 

Apps accesibles

Con esta vocación, el Programa Apps para todos, impulsado por Cocemfe Barcelona y el Observatorio de la Discapacidad Física promovió la implicación de los ciudadanos en el diseño de su propia ciudad mediante el desarrollo de soluciones tecnológicas. Entre las app’s ganadoras del certamen encontramos WhatsCine que mejora la experiencia de cine y televisión para las personas con discapacidades sensoriales. Otros ejemplos de apps que mejoran la accesibilidad son Cloudparc, una combinación de visión mecánica, teléfonos inteligentes e Inteligencia Artificial que mejora la experiencia de aparcar vehículos, y Map4All, un mapa interactivo que muestra los sitios que ofrecen facilidades para las personas con discapacidad.

También destacan iniciativas internacionales como Smart Cities for All que elabora herramientas gratuitas y descargables para que las ciudades puedan analizar sus tecnologías y encontrar alternativas más accesibles.

Para estudiar la ciudad en su conjunto como un espacio de convivencia accesible y amigable que facilite el acceso a los servicios, el I Congreso sobre el derecho a la autonomía personal abordará aspectos como la sensibilización, la eliminación de barreras y la accesibilidad en relación con elementos nucleares en la vida de las personas, como el transporte, la sanidad y el ocio. Inscríbete al # dap2019