La movilidad accesible es un derecho de todas las personas
La movilidad es una parte inherente de nuestra libertad y para las personas con discapacidad es un elemento esencial para posibilitar su integración en la sociedad. Todas las personas tienen derecho a desplazarse de forma segura por el espacio público y acceder sin barreras al transporte, sean cuales sean sus características, tal y como abordaremos durante el primer Congreso sobre el Derecho a la autonomía personal #dap2019. Para ello, debemos comprometernos a garantizar la accesibilidad universal, en productos, bienes y servicios.
Desde la entrada en vigor del Real Decreto 1544/2007, por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los modos de transporte para personas con discapacidad, el cambio experimentado en el transporte público en nuestro país ha sido muy significativo. Además, la adaptación normativa a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, incorpora que los proyectos sobre las infraestructuras de transporte de interés general, como carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos, incorporen una memoria de accesibilidad que examine las alternativas y determine las soluciones técnicas necesarias.
Para más información puedes consultar la «Guía Accesibilidad universal de los modelos de transporte en España. Problemática actual, principales avances y retos de futuro» de la Fundación ONCE
Los transportes públicos
La recientemente celebrada Semana Europea de la Movilidad, además de velar por una vida saludable, sostenible y segura, promueve la utilización de diferentes modelos de transporte según el tipo de desplazamiento y varias medidas como las relacionadas con la accesibilidad -creación de rampas para sillas de ruedas, rebajada de aceras, ampliación de aceras, etc.-; la conversión en zonas peatonales y la gestión de la movilidad. En este sentido, y tal y como recuerda el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona, en su página web, es imprescindible la adaptación y el mantenimiento en buen estado de las aceras para facilitar el desplazamiento de las personas con movilidad reducida, y la instalación de semáforos acústicos en los cruces de calles con un gran volumen de tráfico para informar a las personas con visión reducida. El acondicionamiento de las estaciones de metro, ferrocarril y tranvía, y la adaptación de las flotas de autobuses, también contribuyen a conseguir una accesibilidad universal.
El caso del Área Metropolitana de Barcelona (AMB)
El transporte público accesible es una cuestión que hace décadas se está trabajando en la AMB y que la posiciona como un referente en el ámbito europeo. En este sentido, el diario inglés ‘The Guardian’ en el artículo publicado el 21 de septiembre de 2017 titulado «Access denied: Wheelchair metro maps versus everyone else ‘s» analiza la red de transporte público de las principales capitales europeas y considera la ciudad de Barcelona como un referente.
Según datos de TMB, toda la red de metro de Barcelona es accesible, excepto 14 estaciones de un total de 159, y la red de bus está adaptada en su totalidad para personas con movilidad reducida desde el año 2007.
En esta línea, la encuesta ‘Movilidad y transporte público entre personas con alguna discapacidad física’ realizada por Amputats Sant Jordi y la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano, recogida en el Ómnibus de GESOP de junio de 2017, aporta datos en relación al uso que hacen las personas con discapacidad del transporte, en general, y del transporte público, en particular. Un primer dato a destacar es la utilización del coche por parte de una de cada dos personas con discapacidad que realiza desplazamientos. De hecho, el coche es el principal medio de transporte con un 51,8%; el 32,4% de las personas con discapacidad hace los desplazamientos habituales a pie; y el tercer lugar lo ocupa el autobús urbano con un uso de una de cada cuatro personas con discapacidad, 26,6% concretamente; y el uso del metro se reduce prácticamente a la mitad, con un 13,8% . El análisis de los diferentes tipos de transporte en la ciudad de Barcelona señala un uso del transporte público predominante, en concreto del autobús, con el 50,2% de uso habitual entre la población con discapacidad que vive en la capital catalana. El coche privado, en cambio, es el transporte más utilizado fuera de la ciudad de Barcelona.
Otras formas de transporte
El Servicio Público de Transporte Especial es un servicio complementario al transporte público regular dirigido a personas con movilidad reducida, que se puede utilizar cuando no hay un transporte público regular adaptado disponible. También existen ayudas para la obtención o reconversión del permiso de conducción y ayudas para la adaptación del vehículo. Además, las personas con diversidad funcional y las que les ofrecen servicios de transporte regular pueden beneficiarse de diversas exenciones y reducciones a los impuestos de matriculación, circulación y IVA. En cuanto al aparcamiento, existen varios recursos como la Tarjeta de aparcamiento válida en toda la Unión Europea o las reservas de aparcamiento.
Hay que recordar que la existencia de sistemas que mejoren la accesibilidad para las personas con discapacidad beneficia a todas las personas, sin exclusiones, ya que cualquiera de nosotros puede tener una discapacidad, en algún momento. Comportamientos cívicos como respetar los pasos de peatones, las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida, no ocupar rampas, etc. deben ser la base de una sociedad inclusiva y respetuosa.
Sobre los derechos de las personas con discapacidad física y orgánica se hablará en el primer Congreso sobre el derecho a la autonomía personal que se celebrará en Barcelona los próximos 21 y 22 de octubre.