BLOQUE 1:

LA GARANTÍA DE LOS DERECHOS EN CADA ETAPA DEL CICLO DE VIDA.

En esta mesa, haremos un abordaje desde una perspectiva de Derechos Humanos, enfocado en la dimensión ética, política y jurídica, de cómo garantizar los derechos de las personas con discapacidad en cada etapa del ciclo de vida, focalizando en cuestiones realistas y tangibles que afectan a la mayoría. En detalle, se profundizará en cuestiones como la no discriminación, evitar la sobreprotección y favorecer la autonomía personal y la vida independiente. Además, se pondrá sobre la mesa la situación actual de vulneración de los derechos de las personas con discapacidad.

La concepción de la persona y sus características básicas ha de ser predominante, en equilibrio con el abordaje específico de la discapacidad y las dificultades que ésta comporta para cada individuo. Los Derechos Humanos (y más concretamente, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad), de la Infancia, de Igualdad de género y otros marcos jurídicos propuestos por la ONU, son referencia ineludible en las políticas que tienen el ciclo de vida y sus especificidades como principal objetivo. Elementos como la inclusión efectiva, la atención adecuada y la promoción personal, dependen de que los derechos fundamentales como personas sean puestos en un nivel preferente. El análisis desde el punto de vista de los derechos (todos los derechos, no solo los normativos) implica una perspectiva de desarrollo social y, por lo tanto, reflexionar sobre la generación de entornos inclusivos para todas las personas, en todas las etapas del ciclo vital.

BLOQUE 2:

LA CIUDAD COMO ESPACIO DE VIDA Y CONVIVENCIA.

La ciudad debe ser estudiada en su conjunto como un espacio de convivencia accesible y amigable que facilita el acceso a los servicios de manera inclusiva y que fomente la participación de todas las personas. En esta mesa, se abordarán aspectos como la sensibilización, la eliminación de barreras (físicas y sociales) y la accesibilidad en relación con elementos nucleares en la vida de las personas como el transporte, la sanidad o el ocio. Caminar hacia las smart human cities es otro tema a tratar y una de las metas a las que llegar.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 de la Agenda 2030, desarrollado por la Nueva Agenda Urbana, fija los parámetros que debe cumplir la planificación urbana para conseguir ciudades inclusivas y seguras, con el objetivo de que nadie quede atrás. Citando a Jane Jacobs, “las ciudades tienen la capacidad de proporcionar alguna cosa para todos, sólo porqué, y sólo cuando, son creadas para todos.”  

El derecho a la ciudad (Lefebvre, 1968) nos plantea el reto de recuperar la ciudad para las personas, rescatar al ciudadano como elemento principal protagonista de la ciudad que él mismo ha construido y como escenario de encuentro para la construcción de una vida colectiva. 

BLOQUE 3:

LA TECNOLOGÍA PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA. DE LAS TIC A LAS TEP 

Según datos del Observatori de la Discapacitat Física, 2 de cada 3 personas con discapacidad considera que las TIC (las tecnologías de la información y la comunicación) pueden mejorar su bienestar. Por tanto, es imprescindible entender que tecnología y calidad de vida están ligadas, impulsar el acceso a tecnologías accesibles mediante el fomento de la investigación y finalmente la aplicación de los avances tecnológicos a aspectos de la vida cotidiana. Todo ello teniendo en cuenta las consideraciones éticas que implican. Además, es necesario un cambio de concepto y pasar de las TIC a las TEP (la tecnología para el empoderamiento y la participación).

Por otro lado y según el informe de Keysight-Fundación Adecco Tecnología y Discapacidad, existen muchas barreras para que las tecnologías contribuyan, aún más, a la mejora de la calidad de vida entre las personas con discapacidad. Entre ellas están las barreras económicas. Son por tanto necesarias estrategias para abaratar los costes, sea bien a través de ayudas directas que promueven la equidad, sea a través de la subvención a las empresas para que pueda aplicar precios reducidos. 

Otra barrera detectada es la formación, para la cual se hace imprescindible continuar impulsando actividades formativas accesibles en formatos que permitan su seguimiento por cualquier persona.

BLOQUE 4:

LOS DATOS COLECTIVOS COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL.

Esta es la década de los datos. El 90% de los datos actuales se han generado en los dos últimos años, además, según recientes informes, en 2020 cada persona generará una media de 1,7 megabytes de datos por segundo. Por suerte, tenemos las tecnologías necesarias para recogerlos, integrarlos, entenderlos y aprender de estos datos. Es notorio el conocimiento que aportan los datos, gracias a ellos podemos tener una visión realista del mundo que nos rodea, basada en hechos y no en impresiones. Un ejemplo de cómo utilizar los datos para generar conocimiento sobre el estado actual de la discapacidad y la autonomía personal en nuestro país es el Informe Olivenza: ¿Sabías que casi diez de cada 100 personas entre los 45 y los 64 años, tiene discapacidad? ¿Que sólo una de cada 4 personas con discapacidad tiene empleo? o ¿que la tasa de desempleo en personas con discapacidad de entre 16 y 24 años es superior al 60%? Se desprende de esto, que un buen análisis de los datos puede ser primordial para promover el conocimiento, visibilizar la situación actual y fomentar acciones efectivas basadas en la evidencia científica y los datos objetivos. 

A partir de los datos recogidos se puede tener una visión de 360 grados de las personas y diseñar acciones y estrategias innovadoras, orientadas a las necesidades reales de los individuos y que les den soporte en la promoción de su autonomía y bienestar. Estas acciones pueden ser muy potentes y promover un cambio significativo. No obstante, en el camino hay algunas consideraciones éticas, sociales y legales a considerar. Hay que tener muy en cuenta la privacidad de los ciudadanos, su bienestar, cómo permitir que participe “cediendo” sus datos, cómo asegurar que los sistemas automáticos que creemos no discriminen, etc.

De este modo, la generación, gestión e interpretación de datos, principalmente de las entidades del sector de la discapacidad, pueden ser la clave para la transformación social que buscamos.